Tras una semana llena de experiencias, los niños de 5º y 6º
de Valentín, Canara y del Campillo de los Jiménez regresamos el pasado sábado
15 de noviembre de la ruta “Madrid - Castilla La Mancha”.
El domingo 9 de noviembre llegamos a Cuenca, donde conocimos
a los profesores y alumnos del colegio “La Estación” de Arnedo (La Rioja) que
nos acompañarían a lo largo de nuestro itinerario. También conocimos a los
coordinadores-guías asignados por la organización de las rutas.
En Cuenca realizamos un paseo por el casco histórico y vimos
las Casas Colgadas, la Catedral, los túneles usados durante la Guerra Civil
Española, el Museo de la Ciencia y su planetario. En la serranía de Cuenca
visitamos el Ventano del Diablo y la Ciudad Encantada. Sentimos mucho no poder
visitar las ruinas de Segóbriga por culpa de la lluvia, pero quedó bien
compensado porque pudimos visitar el Museo de la Ciencia de Cuenca que no
estaba previsto.
Ya en Aranjuez, visitamos el Palacio Real y sus jardines;
hicimos noche allí y salimos a la mañana siguiente hacia Toledo. Junto a la guía hicimos una
visita panorámica en autobús y más tarde a pie. Aprendimos mucho sobre Toledo,
sus monumentos, su historia, los personajes históricos relacionados con la
ciudad, las tres culturas que convivieron, etc. A los niños les gustó
especialmente la experiencia vivida en “Toledo Time Capsule”, un viaje a través
de los cinco sentidos donde conocieron la historia y el legado de las culturas
judía, musulmana y cristiana.
Continuamos el viaje en Madrid visitando el Museo del Prado
y el Museo de Ciencias Naturales… También fuimos al Museo del Jamón a recuperar
fuerzas. Realizamos una yincana en la Plaza de Oriente con Encarna, guía de
origen murciano; paseamos por el centro de Madrid viendo la Plaza Mayor y la
Puerta de Sol.
Nuestra última parada fue en Alcalá de Henares, preciosa
ciudad cargada de historia. La casa de Cervantes, el Museo Arqueológico, la
muralla del Palacio Arzobispal, la Puerta de Madrid y la Catedral de los Santos
Justo y Pastor fueron los lugares que visitamos. También nos dejaron un poco de
tiempo para comprar regalos y recuerdos.
Fueron muchas las amistades que florecieron entre los
alumnos y alumnas de ambos centros durante las visitas, las comidas y en los
momentos de ocio en los albergues y hoteles. Las emociones se desbordaron en la
fiesta final, donde celebramos los cumpleaños de Lidia y Diego; rememoramos anécdotas, nuestros guías María y Ángel nos
hicieron un precioso regalo a los dos colegios, lloramos por la despedida y
prometimos seguir en contacto.
